«Un hombre quiere sexo todo el tiempo y siempre tiene que estar listo para el sexo, de lo contrario no es un hombre».
Se da por hecho que los hombres tienen ganas de sexo siempre y a todas horas simplemente porque son hombres. A pesar de esta expectativa social, a veces los hombres realmente pierden la libido.
A los hombres no les gusta hablar de ello, ni tampoco a sus parejas femeninas, pero los sexólogos sabemos que la disminución de la libido en los hombres provoca mayor tensión en la relación de pareja que cualquier otra deficiencia del funcionamiento sexual.
¿Por qué? Ampliaré las razones más adelante, pero primero intentemos definir qué es realmente la pérdida de la libido.
Definición de la pérdida de libido en los hombres
El «Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, edición 5» (Diagnostic & Statistical Manual of Mental Disorders Edition 5, DSM 5) define la pérdida de libido en los hombres como una deficiencia en los pensamientos sexuales o eróticos, las fantasías y la atracción en relación con las actividades sexuales.
Por lo general, la disminución de la libido no se produce de forma repentina, sino que tiende a ser gradual. Es difícil definir la disminución de la libido de forma exacta, sobre todo si evitamos utilizar la frecuencia de las relaciones sexuales como índice de medición.
Como sexóloga, considero que no es correcto definir la calidad de las relaciones sexuales en función de su frecuencia. Muchas de las personas que visitan mi clínica, y en particular los hombres, tienden a medir la calidad de su vida sexual en función del número de veces que mantienen relaciones sexuales en un plazo de tiempo determinado. Los artículos y estadísticas sobre este tema también tienden a reforzar ese enfoque y enumeran 1 vez por semana como una frecuencia adecuada.
En mi opinión, la sexualidad no es un examen, por lo que debería evitarse ponerse notas a uno mismo o fijarse en las estadísticas.
La calidad de las relaciones sexuales se evalúa mejor en función de cómo las vive la pareja.
Otra dificultad añadida a la hora de utilizar un método de medición basado en la frecuencia es que, para que se produzcan relaciones sexuales, la libido no es el único factor implicado. Las parejas a menudo comunican deseos sexuales que no se realizan por una gran variedad de razones, como la falta de condiciones adecuadas que van desde la falta de tiempo libre hasta un lugar adecuado, pasando por otros problemas en el funcionamiento sexual que llevan a evitar el sexo, como la ansiedad por el desempeño, el dolor en la penetración y otros problemas.
Posibles causas de la reducción de la líbido
Hay situaciones en las que un hombre puede sentir que no va a rendir como se espera de él y experimentar disfunción eréctil. Este miedo en sí mismo es sin duda suficiente para que un hombre evite las relaciones sexuales aunque las desee o se sienta atraído por su pareja.
Otra razón frecuente es que se despierte la atracción, pero luego ocurra algo que la apague, como una discusión con la pareja, el estrés laboral, niños que requieren atención, etc. Por lo tanto, al evaluar si la libido ha disminuido realmente, es muy importante señalar otras razones que podrían producir el mismo resultado.
Ten en cuenta que la definición incluida en el DSM se refiere a un trastorno que aparece durante 6 meses como mínimo. Este intervalo de tiempo específico no aparecía en el DSM anterior. El intervalo de tiempo es importante.
En nuestros ciclos vitales, puede ser natural que la libido disminuya durante un tiempo.
También puede producirse un fuerte aumento de la libido durante un periodo de tiempo. Un ejemplo muy conocido se relaciona con el ciclo hormonal mensual que experimentan las mujeres.
Los perfiles hormonales de las mujeres cambian a lo largo del mes, lo que puede tener un gran impacto en su libido. Otros acontecimientos del ciclo vital, como el nacimiento de un hijo, la crianza de los hijos, la carga de trabajo, etc., también son periodos de la vida que pueden afectar a la libido. Merece la pena hacer un seguimiento de la duración de los periodos de falta de libido y anotar cuándo empezaron y si se produjeron cambios adicionales simultáneamente.
Los medicamentos también pueden afectar a la libido: si durante un periodo de reducción de la libido la persona estaba tomando medicación, sin duda debe consultar a su médico.
Prevalencia líbido baja
Según una investigación publicada en 2013 en el Journal of Sexual Medicine basada en una muestra de 5.000 hombres, se observó que el 14 % de ellos con edades comprendidas entre los 18 y los 29 años y el 17 % en la categoría de 50 a 59 años experimentaron una libido baja durante el año anterior.
La prevalencia de la pérdida de libido entre las mujeres es el doble. Sin embargo, cuando los hombres pierden la libido, el impacto suele ser mucho mayor. ¿Por qué? He aquí la explicación que prometí antes. Cuando los hombres pierden la libido, experimentan más miedo que las mujeres en la misma situación. La razón es que, en los hombres, esto generalmente mina su percepción global de la masculinidad.
Las expectativas sociales
Se nos educa para creer que un hombre quiere sexo todo el tiempo. La sexualidad es una parte muy central de la identidad masculina. Por el contrario, socialmente se espera que las mujeres quieran menos sexo que los hombres.
Imagínese lo que ocurre cuando un hombre experimenta que quiere menos sexo que su pareja, por ejemplo, y cómo se siente entonces ella. El impacto de esto en una relación de pareja es más destructivo que cuando las mujeres pierden la libido.
La actitud hacia la pérdida de libido de la mujer es más indulgente y comprensiva, ya que está más aceptada socialmente (y, por lo tanto, se considera normativa).
¿Cómo puedes saber si estás experimentando una disminución de la libido?
Aquí tienes algunas preguntas que pueden ayudarte:
- ¿Has dejado de esperar tener relaciones sexuales?
- ¿Iniciabas tú las relaciones sexuales en el pasado, pero ahora lo haces cada vez menos?
- ¿Tienes menos pensamientos sobre sexo o erotismo durante el día en general y no necesariamente con respecto a tu pareja?
- ¿El sexo en sí no es “técnicamente” tan bueno y la experiencia de placer es mucho menor?
- ¿Tu pareja te dice que tienes menos deseo que en el pasado?
Si has respondido afirmativamente a algunas de estas preguntas, es posible que estés experimentando una reducción de la libido. Permíteme recordarte de nuevo que merece la pena hacer un seguimiento de esto a lo largo del tiempo y no estresarse por ello si ocurre en periodos cortos.
La buena noticia es que tu nivel de libido no es una sentencia con la que tengas que aprender a vivir. Se puede hacer algo al respecto.
Te recomiendo, en primer lugar, que visites a tu médico de cabecera y le pidas análisis de sangre generales que incluyan la revisión de la hormona testosterona que es responsable, entre otras cosas, de la libido.
Si los análisis salen bien, también recomiendo buscar terapia sexual lo antes posible para disminuir el impacto negativo en la relación de pareja y en tu propia autoestima.
[Este artículo fue originalmente publicado en inglés en el blog de Vertica Labs.]
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