El sexo no es solo cosa de jóvenes: la sexualidad en la vejez

13.12.2023 - Los expertos de Vertica®

El 40% de las personas en edad avanzada son sexualmente activas y dos tercios afirman estar interesados en el sexo, según una encuesta realizada por la Asociación Americana de Personas Jubiladas (AARP) sobre la sexualidad en la tercera edad.

Los avances de la medicina, el cambio de hábitos alimentarios y la concienciación sobre la importancia de la actividad física han prolongado la esperanza de vida humana media al doble que hace un siglo. Cada vez son más los baby boomers que llegan a los 70-80 años y la expectativa es que la esperanza de vida en el siglo XXI se extienda más allá de los 100 años.

Así pues, ha llegado el momento de romper con los estereotipos hacia la sexualidad del colectivo senior, ¡sigue leyendo y descubre algunos datos que seguramente te sorprenderán!

Rompiendo mitos: la sexualidad perdura con la edad

Mito principal: la necesidad de tener relaciones sexuales desaparece con la edad.

Muchos piensan que con el tiempo, es decir, conforme pasan las etapas de la vida, la vida sexual de una persona disminuye o incluso desaparece, pero nada más lejos de la realidad.

En realidad, los estudios realizados ponen de manifiesto que la edad en sí misma no disminuye significativamente la necesidad o el deseo sexual, y cuando se dispone de una pareja, la actividad sexual regular es la norma, según muestra una encuesta de la AARP y la Universidad de Michigan, realizada a hombres y mujeres entre 65 y 80 años en los Estados Unidos.

El sexo después de los 65

Los resultados de este estudio rompen sin duda los estereotipos habituales sobre el sexo en la tercera edad.

Entre los hallazgos:

  • El 40% de las personas de entre 65 y 80 años son sexualmente activas.
  • Casi dos tercios mantienen una relación sentimental y el 54% de ellas son sexualmente activas con regularidad.
  • Sean o no sexualmente activos, casi dos tercios de los participantes expresan interés continuo en el sexo, destacando su importancia en su calidad de vida.
  • Respecto a la pregunta de si están satisfechos con su vida sexual, el 73% de los participantes respondieron que sí.
  • En cuanto a las diferencias entre sexos, la más significativa fue el porcentaje de los que dijeron estar sumamente o muy interesados en el sexo: la mitad de los hombres de entre 65 y 80 años frente al 12% de las mujeres.

La encuesta confirma por tanto lo que ya se sabía: la necesidad y el interés por la intimidad sexual no cesa en edades avanzadas. Además, la salud sexual de las personas mayores está directamente relacionada con su calidad de vida, su bienestar y su salud general, por lo que es importante que las personas de este grupo de edad hablen con sus médicos sobre cómo les afectan los cambios relacionados con la edad en su salud física, sus relaciones y su estilo de vida.

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Calidad de vida y salud sexual

Otro estudio publicado en el Journal of Sexual Medicine en 2019, enfatiza que las personas sexualmente activas experimentan un mayor disfrute de la vida, lo que impacta positivamente en la salud cognitiva. Por contra, las preocupaciones relacionadas con la vida sexual también se asocian con una menor satisfacción general.

El mencionado estudio analizó la vida sexual de 2.577 hombres y 3.195 mujeres de 50 años o más.  Se preguntó a los participantes si en el último año habían experimentado una disminución de su nivel de deseo sexual, frecuencia de actividad sexual o capacidad para tener una erección (hombres) o excitarse sexualmente (mujeres).

Estos fueron los principales hallazgos de la investigación:

  • Las personas mayores disfrutan más de la vida cuando son sexualmente activas: los hombres y las mujeres que declararon haber tenido alguna actividad sexual en el último año obtuvieron puntuaciones significativamente más altas del disfrute de la vida en comparación con las que no.
  • Al mismo tiempo, las preocupaciones sexuales se asocian a niveles más bajos de disfrute de la vida sobre todo en los hombres y, en menor medida, en las mujeres.
  • Los hombres y las mujeres que habían disminuido su actividad sexual en la vejez también son más propensos a experimentar un deterioro en la forma en que valoraban su nivel de salud.
  • Además, los hombres que eran sexualmente activos en la edad avanzada tenían un mejor rendimiento cognitivo en comparación con los que no lo eran.

Hormonas del bienestar y salud sexual

La actividad sexual, en sus múltiples formas, puede ser satisfactoria física, intelectual e incluso espiritualmente. Puede considerarse una forma de ejercicio e incluso una manera de estimular el cerebro y mejorar la función mental.

No es ningún secreto que las relaciones sexuales pueden favorecer la satisfacción y el bienestar general, ya que, durante el sexo, se liberan endorfinas que generan una sensación de felicidad y euforia. Las endorfinas no solo afectan a nuestra salud mental, también tienen un efecto positivo en el sistema inmunitario, lo que puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.

Además, algunos estudios sugieren que las parejas que mantienen relaciones sexuales tienen más probabilidades de mantener una relación más estrecha y cercana, lo que se vincula a una mejor salud mental.

Importancia de la intimidad en la tercera edad

Los estudios demuestran que el contacto humano es bueno para todos, incluidas las personas mayores. La oxitocina es una hormona que se libera durante el orgasmo, tanto en hombres como en mujeres, y que contribuye a crear lazos afectivos entre la pareja y a fomentar el bienestar general.

Las personas mayores que viven en un relativo aislamiento social suelen carecer de oportunidades para la intimidad, lo que, como se ha visto, puede perjudicar su salud física y mental. En comparación, las personas mayores que viven en comunidades como residencias de ancianos tienen más fácil mantener el contacto físico con sus iguales, aunque sufran un deterioro de su función mental, como la demencia. Curiosamente, un estudio australiano ha descubierto recientemente que los pacientes buscan relaciones sexuales durante las primeras fases de estas afecciones cognitivas.

Otro dato interesante es que acariciar y abrazar a los animales tiene también efectos terapéuticos que se ha demostrado que aumentan los niveles de oxitocina entre las personas mayores que pueden tener una deficiencia de esta hormona, y hay residencias de ancianos en las que se permiten mascotas especialmente por este motivo.

Cambios de la respuesta sexual masculina

Las muchas transformaciones físicas que experimenta el cuerpo con la edad modifican sin duda la experiencia sexual. Los niveles sanguíneos de testosterona, la hormona que desempeña un papel importante en la sexualidad masculina, disminuye gradualmente a lo largo de la edad adulta: aproximadamente un 1% cada año a partir de los 30 años.

Como parte del proceso de envejecimiento, el pene tarda más en ponerse erecto y la erección puede no ser tan firme. A veces se tarda más en lograr la excitación total y en experimentar el orgasmo y la eyaculación. Una vez superados los 40, la disfunción eréctil también se vuelve más frecuente, aunque existen distintos tratamientos que pueden ayudar de forma significativa.

Toda la respuesta sexual masculina tiende a ralentizarse con la edad: se necesita más estimulación manual para conseguir orgasmos, la fase de meseta (el periodo entre la erección y la eyaculación) se prolonga, los orgasmos son más cortos y menos fuertes, el pene pierde su firmeza rápidamente después de la eyaculación y el tiempo antes de poder volver a lograr una erección puede ser bastante largo (en los hombres de edad avanzada, incluso hasta una semana).

Sin embargo, aunque a partir de los 60 años todos los cambios mencionados anteriormente son bastante perceptibles en casi todos los hombres, el placer que obtienen de la actividad sexual no se ve necesariamente afectado. Entonces, ¿deberían los hombres en la edad de oro renunciar a su interés sexual y al placer que ofrece la actividad sexual solo por estos cambios? Por supuesto que no.

Y, de hecho, los estudios muestran que la mayoría de los hombres (a menos que existan problemas médicos subyacentes) pueden disfrutar del sexo durante toda su vida.

En las personas mayores disminuyen algunas conductas sexuales como el coito, pero no el disfrute.

Adaptar el sexo a las circunstancias

Comprendiendo estos cambios, la solución consiste en adoptar una actitud positiva y flexible para adaptarse a esta nueva situación. Se recomienda simplemente tomarse todo con más calma y paciencia, y darse cuenta de que se requiere más estimulación manual.

Practica los juegos preliminares, quizá mucho más de lo que solías hacer de joven. Comunícate con tu pareja y comparte tus ideas sobre el acto sexual y sobre lo que te produce más placer. Dedica tiempo a explorar todos los aspectos de la intimidad sexual utilizando todos los sentidos y potencia al máximo tus habilidades táctiles.

Llevar a cabo más o menos prácticas sexuales no es lo importante, lo que importa es sentirse a gusto con la propia forma de disfrutar la sexualidad en cada momento.

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