«Dios nos dio un pene y un cerebro pero no suficiente sangre para que los dos funcionaran a la vez».
Esta divertida cita de Robin Williams fue dicha en broma, por supuesto, pero tanto hombres como mujeres tienen ideas erróneas sobre la anatomía del pene al considerarlo un hueso o un músculo. Sin embargo, comprender cómo funciona el pene puede ayudar a sacar el máximo partido de las relaciones sexuales, tanto si se aprende sobre él por primera vez como si se amplían los conocimientos que se tienen.
El pene tiene dos funciones principales:
- Relaciones sexuales: durante la fase de excitación sexual, el pene se llena de sangre que lo vuelve rígido y erecto para permitir la penetración vaginal. Durante el orgasmo, los espermatozoides son eyaculados del pene a través de la uretra, y posteriormente, el pene recupera gradualmente su forma flácida.
- Función urinaria: el pene contiene la uretra, que permite el paso de la orina desde la vejiga hasta el orificio uretral, desde donde se expulsa del cuerpo.
En este artículo, profundizaremos por tanto en la anatomía del pene y las funciones de sus distintas partes.
Los genitales surgen durante la gestación
Empezaremos por el hecho de que, para ambos sexos, el desarrollo genital comienza en la fase fetal, como un bulto indefinido, a partir del cual se desarrolla el pene masculino o el clítoris femenino, dependiendo de la exposición del feto a las hormonas masculinas o femeninas.
Los cambios en el aspecto del feto masculino, en comparación con el femenino, empiezan a aparecer aproximadamente ocho semanas después de la concepción.
El aparato reproductor masculino contiene componentes internos y externos.
El pene es un órgano externo que consta de tres partes principales: la raíz, el cuerpo (tronco) y el glande y, a pesar de la idea errónea común, no contiene ningún hueso.
Glande
Es el extremo en forma de cono del pene (a menudo denominado «cabeza»). Su nombre procede de la palabra latina «bellota», porque se asemeja al fruto del roble.
El glande está compuesto por un tejido cutáneo externo y su interior está formado por tejido conectivo y una alta concentración de terminaciones nerviosas y receptores, lo que lo convierte en la parte más sensible del órgano.
El glande está concebido para facilitar la penetración durante el coito y transmitir una sensación de estimulación al centro de la eyaculación y el orgasmo en el cerebro, de modo que se pueda expulsar el semen y alcanzar la satisfacción sexual.
Aunque la sensibilidad del glande es obviamente importante, varios estudios han indicado que, en algunos hombres, el aumento de la sensibilidad del glande y del cuerpo del pene podría contribuir a la eyaculación precoz. Otro dato interesante es que mientras el pene se pone rígido durante la erección, el glande permanece más blando, ya que actúa como un amortiguador durante el coito.
Las partes del glande
El glande se compone de lo siguiente:
- Corona: esos márgenes elevados y redondeados que sobresalen de la base del glande.
- Prepucio: capa laxa de piel que cubre el glande del pene. Hoy en día, es habitual en muchos países extirpar quirúrgicamente el prepucio en un procedimiento llamado circuncisión, por motivos médicos o religiosos. Como resultado, la parte externa expuesta del glande se seca.
- Frenillo: un pliegue membranoso en la parte inferior del glande que sujeta el prepucio a la corona. Se considera una zona muy erógena (un área que genera una sensación de placer) que es muy sensible al tacto.
- Cuello del glande: que separa el glande del cuerpo del pene.
- Meato: orificio de la uretra situado en el extremo del glande, a través del cual se expulsa la orina cuando el pene está flácido y el semen durante la eyaculación.
Raíz del pene
Es la parte más proximal y fija del pene que no es visible externamente. La raíz contiene dos pilares y el bulbo del pene, del que salen los tejidos eréctiles (el cuerpo cavernoso).
La raíz del pene también contiene un par de músculos: un par se contrae para vaciar la uretra de cualquier residuo de semen y orina, y también ayuda a mantener la erección. El segundo par rodea los pilares izquierdo y derecho.
Cuando se contrae, impulsa la sangre hacia los tejidos eréctiles y, por lo tanto, desempeña un papel en el mantenimiento de la erección. La raíz del pene se apoya en dos ligamentos que fijan el pene en la línea media del cuerpo y en el hueso púbico.
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Cuerpo del pene
Se compone de tres cilindros de tejido eréctil, los dos cuerpos cavernosos, que se extienden desde los pilares, y el cuerpo esponjoso (el tejido esponjoso del pene), que se extiende desde el bulbo del pene hasta el meato. Los cuerpos cavernosos se encuentran en la parte media-superior del cuerpo del pene y están formados por numerosos vasos sanguíneos.
Cuando el pene está erecto, el tejido muscular de esos vasos sanguíneos se relaja y los cuerpos cavernosos se llenan de sangre. En consecuencia, la presión sanguínea en su interior aumenta y el pene se vuelve rígido y erecto.
El cuerpo esponjoso, una columna de tejido esponjoso, está situado bajo los dos cuerpos cavernosos y rodea la uretra, que transporta la orina y los espermatozoides hasta el orificio uretral externo, donde son expulsados del cuerpo.
Los tres cilindros están rodeados por una capa fibrosa elástica de tejido conectivo llamada túnica albugínea, que también desempeña un papel importante en el mecanismo de erección, ya que constituye una estructura esencial responsable de la rigidez del pene durante la erección.
Sistema vascular del pene
El pene recibe el suministro de sangre arterial de tres fuentes que parten de la principal: la arteria pudenda.
Las arterias cavernosas son las que permiten un suministro de sangre conveniente al cuerpo cavernoso para formar una erección.
La sangre se drena del pene por venas pares. Una drena los espacios cavernosos y la otra drena las estructuras superficiales del pene, como la piel y los tejidos cutáneos.
Inervación del pene
El pene es inervado por los sistemas nerviosos simpático y parasimpático, así como por el sistema somático (responsable de percibir el tacto de la piel).
La erección se produce cuando el estímulo sexual, táctil o mental, pasa, como una señal eléctrica, del cerebro al pene a través de los centros neurales situados a lo largo de la médula espinal.
[Este artículo fue originalmente publicado en inglés en el blog de Vertica Labs.]
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